Hace poco tuve el placer de leer un libro que me pareció una maravilla. Se trata de Píllale el punto a la coma, de Bård Borch Michalsen (Espasa, 2022), autor de varios libros sobre comunicación, lenguaje y escritura. En él encontré un montón de curiosidades sobre la historia de los signos de puntuación, y cómo llegaron a cambiar la historia. La invención de la imprenta fue uno de los mayores acontecimientos que marcaron la etapa moderna, así que os podéis imaginar el papel relevante que tuvieron el punto, la coma, los dos puntos, etc. cuando se pusieron en uso. Gracias a la imprenta, hubo una revolución en la manera de leer y escribir, que fue efectista y práctica.
En este libro se puede comprender la importancia que tuvo el punto, la coma, los signos de exclamación e interrogación, y cómo se integraron en el desarrollo de la sociedad del momento. Tened en cuenta que durante mucho tiempo, los textos se escribían sin espacios entre palabras, así que eran difíciles de entender hasta para las pocas personas que sabían leer. Además, el texto tampoco se dividía en párrafos.
A continuación, os dejo con las citas que más me han gustado del libro. Pero, creedme, la obra de Bård está plagada de bombas informativas, os animo a leerlo.
«El primer alfabeto que vio la luz fue el semítico, que solo incluía consonantes. Los griegos dieron otro paso de gigante al añadir las vocales».
«La estandarización de la puntuación y otras convenciones de la escritura interactuaron con el invento que más cambió nuestro mundo: la imprenta. La cultura de los manuscritos estaba a punto de pasar a la historia».
«El lector solo podía comprender lo que estaba escrito en el texto tras leerlo varias veces en voz alta. A nadie se le ocurrió que pudiera leerse en silencio; se había escrito para ser leído a viva voz».
«Aristófanes (director de la biblioteca de Alejandría) redactó el primer sistema de puntuación del mundo e introdujo el acento ortográfico en griego, que permitía a los que no hablaban esta lengua pronunciar las palabras correctamente».
«Cicerón creía que los signos de puntuación eran innecesarios, pero los romanos sí colocaron puntos entre las palabras. Pero después esto desapareció y volvieron a la moda griega clásica: escribir el texto sin espacios entre las palabras y sin signos que indicasen pausas breves o prologadas».
«Isidoro de Sevilla (560-636) fue uno de los primeros defensores de la lectura silenciosa, que consideraba más efectiva para la comprensión y para fortalecer la memoria, además de menos cansada. Él marcó el arte de la escritura durante varios siglos».
«Isidoro de Sevilla fue el primero que dijo que la puntuación podría emplearse para aclarar la sintaxis, es decir, para delimitar unidades gramaticales. No obstante, en la Edad Media, la lectura en voz alta era la dominante. La lectura silenciosa era sospechosa por la de obscenidades que se podrían pensar. Algunos médicos advertían que la lectura silenciosa podía ser perjudicial para la garganta y otros órganos internos. Y es que la lectura en voz alta era sinónimo de control social, una forma de reunión».
«Hasta el siglo XVI no se empieza a democratizar la lectura. Con Carlomagno se le dio valor a la letra minúscula, ya que se leía mejor».
«Aldo Manuzio (se le considera el primer editor de Europa) destacó por colocar pequeños signos entre las palabras: el punto, la coma, el apóstrofe. Tanto fue así, que en 1495 determinó cómo debían colocarse la coma y los dos puntos en un texto impreso, y elaboró una serie de reglas para la puntuación moderna basadas en la gramática, cuyo propósito era facilidad la lectura».
«No sabemos exactamente cuándo nació Aldo Manuzio, pero sí la fecha de su muerte, el 6 de febrero de 1515. Desde entonces, ese día se celebra el Día Internacional del Punto y Coma».
«Aldo Manuzio publicó ficción y no ficción y comprendió el valor del conocimiento gramatical».
«Seguramente, los editores actuales encontrarán inspiración en el trabajo de Manuzio, y también nosotros en el lema de su editorial, Festina lente («apresúrate despacio»), que va acompañado de un ancla y un delfín como motivos del logo. El ancla representa la solidez y la estabilidad; el delfín, la energía y la celeridad. Tanto el lema como el logo se hicieron famosos con el paso del tiempo, e incluso en una de las versiones de Moby Dick, el gran Herman Melville escribió sobre el impresor italiano, el delfín y el ancla, si bien el delfín pasó a ser una ballena».
«En 1566, Aldo el Joven publicó Orthographie ratio, un amplio resumen de todos los signos y reglas que conforman la puntuación moderna. Por primera vez se afirma que la coma, el punto, los dos puntos y el punto y coma deben servir para esclarecer la sintaxis».
«Aldo Manuzio, como ya ha quedado dicho, insertó la primera coma impresa en 1494, dos años después de que su compatriota Cristóbal Colón descubriese América».
«La puntuación es una de las cosas más magníficas que ha producido nuestra civilización».
«Punctus admirativus denominó Jacobo Alpolei en el siglo XV al signo de admiración. ¿Cómo podía expresar que la oración que concluía albergaba un sentimiento en sí misma? Por tanto, colocó una raya ligeramente inclinada, muy parecida a una coma, sobre el punto».
«El cariño que los franceses tienen al punto y coma también aparece descrito en el libro Le Duel. Une passion française (El duelo, una pasión francesa), de Jean-Noël Jeanneney. Entre los duelos que el autor relata se encuentra la batalla entre dos profesores de universidad en París, en 1837. Uno de ellos deseaba poner punto y coma en una oración; el otro, dos puntos. Puesto que el conflicto no podía resolverse mediante el uso de un punto, no quedó más remedio que realizar un duelo. El profesor que defendí el punto y coma fue apuñalado en el brazo».
«Incluso un matrimonio puede consolidarse o destruirse por una simple coma:
Mientras me desvestía, María, mi esposa, entró en el dormitorio.
Mientras me desvestía María, mi esposa entró en el dormitorio».
¿Qué cita os ha gustado más? Tened en cuenta que son solo un ejemplo de todo lo que este librito trae. Leedlo. Os va a gustar.
2 comentarios. Dejar nuevo
Me ha gustado mucho el tema, María. Yo observo que mucha gente no usa demasiado bien las comas (incluidos escritores/as), no debe ser tan fácil, aunque creo que su uso tiene bastante de sentido común…
¡Muy buen artículo!
Muchas gracias, Olga. El tema de las comas en español no es tan estricto en algunos casos como en otros idiomas. Creo que por ahí puede venir la confusión. Muchas gracias por tu comentario :).