El mágico mundo de las abreviaturas

las abreviaturas en español

Las abreviaturas en español nos pueden parecen algo ínfimo, de una preocupación menor, pero para el corrector ortotipográfico pueden resultar una angustia continua, sobre todo si está corrigiendo una bibliografía, por ejemplo, o un texto médico (tanta Dra. y Dr. puede llegar a ser un dolor de cabeza). Se podría hablar mucho de las abreviaturas, de cómo las emplearon los escribientes en cada etapa de la historia y de su uso en la actualidad, pero yo solo voy a esbozar unas breves anotaciones que seguro que os vienen bien si tenéis entre manos un texto que corregir o escribir.

Primero, empecemos sabiendo qué es una abreviatura. Según el Diccionario de la Real Academia Española, una abreviatura es una «representación gráfica reducida de una palabra o de un grupo de palabra, obtenida mediante un procedimiento de abreviación en que se suprimen letras finales o centrales, cerrada generalmente con punto y raramente con barra». Hasta aquí, todo correcto, además, llevamos siglos escribiéndolas. Esto no debe de extrañarnos si entendemos que su finalidad es ahorrar espacio y tiempo en el texto escrito (magia pura).

Abreviaturas amanuenses

Este deseo de escribir con rapidez y en un mínimo espacio se ha dado desde la antigüedad. La razón siempre fue por la escasez del material donde se escribía (mármol, bronce, pergamino, papiro). Cuando en una época el material se podía conseguir fácilmente, las abreviaturas no eran tan habituales. En la Antigüedad y en la Edad Media encontramos las abreviaturas amanuenses, muchas de ellas han llegado hasta nuestros días. Su representación gráfica no fue idéntica en todos los juegos tipográficos, ya que no había normas establecidas al respecto.

Los amanuenses emplearon estas abreviaturas en un periodo donde escaseaba el material y necesitaban para ello cualquier superficie del papel, pero no solo eso, sino que también ahorraban en tiempo, como ya he comentado anteriormente, ya que los textos que tenían que traducir del latín no eran pocos. ¿Cuál era su método de abreviatura? Había dos tipos, el primero consistía en abreviar la palabra sustituyéndola por su letra inicial, y el segundo tipo sustituía la palabra por varias de sus letras, consecutivas o alternas.

Por otro lado, en el siglo XV, el rey Felipe el Hermoso prohibió las abreviaturas de los documentos notariales por temor a la confusión. En la actualidad, se recomienda no usarlos de manera indiscriminada (si Felipe el Hermoso levantara la cabeza…) en los documentos de índole académica y editorial. En otros ámbitos, como en las redes sociales, su uso está muy extendido (WhatsApp, Facebook, Twitter, etc.).

 

Vamos a enumerar las reglas más comunes de las abreviaturas en la actualidad:

  1. No pueden aparecer en cualquier lugar del texto. Es decir, si estamos escribiendo una novela, lo que no se puede hacer, de repente y sin ninguna justificación es: «Mi madre cogió el telf. y lo tiró por la ventana».
  2. -En algunas palabras hay más de una opción posible. Estoy hablando de palabras como av., avda. (avenida), izq., izqda. (izquierda).
  3. -También puede ocurrir que una misma abreviatura sirva para diferentes palabras. Por ejemplo, tenemos el caso de AA. (autores y Altezas), c/ (cargo, cuenta y calle) o AA. AA. (autores varios y asociación de vecinos).
  4. -A veces nos encanta quitar la tilde en contextos poco convencionales, como en los hastags de las redes sociales (cosa que es errónea, por cierto). Bien, las abreviaturas llevan tilde en las vocales que correspondan: admón. (administración), pág (página). Y como las excepciones nos gustan igual que un domingo de pijameo, aquí también las hay. Se trata de la palabra área, por su extendido uso internacional.
  5. La mayoría de abreviaturas se escriben con minúscula. Cuando se da el caso de que vaya en mayúscula, es cuando se refiere a una expresión de respecto hacia una persona o institución, ya que los tratamientos se escriben siempre con mayúscula. También puede ocurrir que vayan en mayúscula o minúscula: c. o C. (calle), ms. o Ms. (manuscrito).
  6. Todas las abreviaturas en español terminan en punto, excepto las unidades de medida (m, km, mg), los puntos cardinales (NE, S), ni los símbolos de los elementos químicos (H, hidrógeno, NA, sodio). Si la abreviatura lleva barra, tampoco se pone punto (c/, calle, s/n, sin número).
  7. Si la abreviatura lleva letras voladas, el punto se coloca antes de esta letra (D.ª, doña, N.ª S.ª, Nuestra Señora).
  8. El punto que llevan al final la mayoría de las abreviaturas no impide que pueda aparecer a continuación cualquier signo ortográfico, excepto otro punto.
  9. El femenino de las abreviaturas puede formarse con letra volada (Sr.ª) o no (Sra.), según se prefiera, y debe unificarse con el resto del texto.
  10. El plural de las abreviaturas se forma doblando la letra en cuestión (ss., siguientes, pp., páginas). Las abreviaturas formadas por más de una letra forman el plural añadiendo una -s al final (págs., páginas, núms, números) o una -es cuando la abreviatura es por contracción (Dres., doctores). Pero el plural de Vd., Ud. es Vds., Uds. Las unidades de medida y los elementos químicos son invariables en cuanto al número (12 km).
  11. Las abreviaturas en español constituidas por más de una palabra pueden ir separadas por una barra oblicuas (c/c, cuenta corriente).

 

Como dato curioso, añadir que cualquier persona puede crear una abreviatura, siempre y cuando se atenga a las normas anteriormente citadas. De hecho, eso es lo que está pasando en la actualidad con el uso de las nuevas tecnologías, solo habría que mirar si se crean correctamente y si son válidas.

No voy a desglosar aquí una lista de las abreviaturas en español más utilizadas, porque lo podéis encontrar con facilidad en cualquier lista de Google o en el Diccionario de la Real Academia Española. Nunca está de más echarlas un vistazo. Recordad que un corrector las tiene que estar mirando constantemente. No hay nada de malo hacerlo cuantas veces sean necesarias con tal de que el texto quede lo más pulido posible, las abreviaturas pueden llegar a ser mágicas, consiguen que ahorres espacio y tiempo, solo hay que emplearlas con la barita mágica correspondiente.


Fuente:

-Guillermo Suazo Pascual (2002), Nueva ortografía práctica, Madrid: Edaf.

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