El error de escribir «a + infinitivo»

El error de escribir «a + infinitivo»

Hoy vengo a hablaros de uno de los aspectos de la lengua que más corrijo en los textos académicos y en las novelas, un error que veo a diario. Se trata de la preposición a. Ya sabemos que las preposiciones tienen una misión incuestionable en la gramática: relacionan dos términos de una misma oración. Pero, en ocasiones, no lo hacen de una manera adecuada, y es lo que ocurre en el siguiente caso.

A + INFINITIVO

Estamos ante una construcción calcada del francés que nos empeñamos en hacerla correcta cuando no lo es. Esta construcción es un galicismo que funciona como complemento de un nombre. ¿No se os viene ningún ejemplo a la cabeza? Veréis ahora:

Estos son solo algunos ejemplos, pero salen a diario en la prensa digital y escrita, sobre todo en el ámbito económico, administrativo y periodístico, quizá por economía del lenguaje (su extensión es más breve) o quizá por desconocimiento de que estas estructuras poco tienen que ver con la lengua española. En cualquier caso, lo correcto en español sería sustituir la a por: que he, que has, que han, que se han, que deben, que es preciso, que hay que, etc. De hecho, en el cuadro de arriba, puedes emplear cualquier estructura que te venga bien según el tiempo verbal y verbo.

Estas construcciones se empezaron a utilizar en el segundo tercio del siglo XIX, y a día de hoy las seguimos empleando. Su uso es frecuente cuando funcionan como sujeto o como atributo en oraciones copulativas: Estos son los pisos a alquilar, Los problemas a tratar son los siguientes. No obstante,  se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos sobre esta construcción.

  1. Debe desecharse la construcción del francés si la preposición a puede sustituirse por las preposiciones por o para, o el relativo que, sin que sea necesario cambiar la estructura de la construcción y sin que cambie el significado: Tenemos dos asuntos a tratar (mejor Tenemos dos asuntos que tratar); No hay más asuntos a discutir (mejor No hay más asuntos que/por/para discutir). Con respecto al uso de por en lugar de a, cabe señalar que el significado cambia según sea la preposición. Así, no es lo mismo: cantidad por pagar que cantidad a pagar. La primera se refiere a la cantidad que te queda por pagar. La segunda, a la cantidad que tienes que pagar.
  2. El verbo en infinitivo (asuntos que hay que tratar, problemas que hay que resolver, etc.) debe ser transitivo, pues en tales construcciones el infinitivo tiene valor pasivo. De estar manera, no serán correctas construcciones como: *El ladrón a huir se llevó todo el dinero, *La cuestión a hablar en la reunión es de escasa importancia.
  3. El infinitivo debe estar en forma activa, pues, los infinitivos de estas construcciones ya tienen valor pasivo: *El tema a ser tratado presenta dificultades (correcto: El tema a tratar).
  4. No obstante, hay construcciones que con sustantivos abstractos son normales, tales como: asunto, tema, ejemplo, cuesión, aspecto, punto, cantidad, problema, etc., y con verbos del tipo realizar (se evita hacer por razones de cacofonía con la preposición a: *tareas a hacer), ejecutar, tratar, comentar, dilucidar, resolver, tener en cuenta, considerar, ingresar, deducir, desgravar, descontar, etc. Sin embargo, esto no se extiende a enunciados con verbos en infinitivo y con sustantivos que no sean abstractos: *Los cubiertos a poner están encima de la mesa, *Los pantalones color caqui a planchar están tendidos.
  5. En ocasiones, estas estructuras tienen elementos superfluos: *Marta es un ejemplo a seguir para todos nosotros, en este caso, la estructura a seguir es totalmente prescindible: Marta es un ejemplo para todos nosotros. Lo mismo ocurre con problema a resolver o acuerdo a tomar, donde el verbo puede suprimirse, ya que las palabras que anteceden (problema, acuerdo) tienen ya sentido completo.

 

Como suele ocurrir con la lengua, es posible que la construcción a + infinitivo llegue a ser correcta en algún momento, puesto que su uso está muy extendido. Manuel Seco ya escribió sobre esta cuestión:

 

Es probable que no tarde en ser acogida esta fórmula por todos, no solo como consecuencia de su creciente auge, sino de la relativa necesidad que nuestra lengua siente de tal construcción. Pero, por ahora, los escritores cuidadosos eluden su empleo, que ciertamente suena mal en muchas ocasiones. Hay que evitar que la frase con a llegue a eliminar a las otras, más expresivas. Lo recomendable es utilizar los giros españoles siempre que sea posible, sin rechazar el extraño cuando la comodidad y la rapidez lo pidan y el buen gusto no se resienta por ello.

 

Por otro lado, también es galicismo el uso de a + artículo. Este se emplea para indicar la materia con la que está hecho un producto o comida: *pollo a las finas hierbas (correcto: pollo con finas hierbas), *champú a la clorofila (correcto: champú con clorofila).

Seguro que ahora que has leído el artículo, te sientes identificado en este tipo de construcciones. ¿A que las sueles emplear a diario? No te preocupes, todo tiene cura. Lo bueno es que sepas idenficar el error para que puedas corregirlo.

 

Fuentes:

DPD
-Arturo Ramoneda (2008), Manual de estilo. Guía práctica para escribir mejor. Madrid: Alianza Editorial.

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