Da igual la editorial que sea, incluso el planeta donde se publique la obra. Y no, no exagero, si hay un error repetido hasta la saciedad, este tiene que ver con la tercera persona del singular del pretérito perfecto simple, concretamente con la tilde en las palabras monosílabas sin acento: fue, dio, vio, fui. ¿Y qué ocurre con los monosílabos? Fácil y sencillo, que no llevan tilde. ¿Y qué hacemos nosotros a diestro y siniestro? Poner tilde.
Seguro que muchos ya sabéis lo que es un monosílabo, son aquellas palabras que se componen de una sola sílaba, como sed, ver, sol, mar o cal. Por norma general, estas palabras no llevan tilde, excepto cuando la tilde es diacrítica. ¿Para qué se emplea este tipo de tilde?, para diferenciar palabras que se escriben igual pero que tienen significados distintos. Las palabras en español que tienen este tipo de tildes son las siguientes:
Tú (pronombre personal) y tu (adjetivo posesivo): «Tú siempre te empeñas en que tu pelo esté bonito».
Él (pronombre personal), y el (artículo): «El libro que más le gusta a él es el de Juan Marsé».
Mí (pronombre personal) y mi (adjetivo posesivo): «Mi hermana cogió su muñeca y me la dio a mí».
Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o sustantivo) y si (conjunción o nota musical): «Sí, me casaría contigo si viésemos juntos este atardecer».
Té (sustantivo ‘infusión) y te (Pronombre o letra te): «¿Te gusta el té negro o el rojo?».
Dé (verbo dar) y de (preposición o letra de): «Aunque le dé el libro de mi madre, nunca le perdonaré que se lo haya leído».
Sé (verbo ser o saber) y se (pronombre o indicador de impersonalidad o de marca refleja): «Sé que no se te da bien hacer la paella».
Más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o sustantivo) y mas (conjunción adversativa -pero-): «Hoy estoy más feliz que ayer, mas no puedo bajar la guardia».
Después de esta introducción, ya podréis haceros una idea de que vio, dio, fue y fui no llevan tilde. Entonces, ¿por qué erramos siempre en la misma parte del camino?, porque otros verbos de la tercera persona del singular del pretérito perfecto simple de indicativo sí llevan tilde, tales como miró, borró, examinó o descargó.
Repasemos entonces lo que sería y no sería correcto:
¿Alguien vio cómo me tiré de cabeza?
*¿Alguien vió cómo me tiré de cabeza?
Yo fui la más lista de mi clase.
*Yo fuí la más lista de mi clase.
Alberto me dio las gracias por la clase de ayer.
*Alberto me dió las gracias por la clase de ayer.
No obstante, el error no solo lo cometemos en este tipo de verbos, sino también en los verbos que consideramos como palabras bisílabas, agudas y terminadas en vocal o en –n. Algunos ejemplos son: crie (pretérito del verbo criar), fie (pretérito del verbo fiar) o pie (pretérito del verbo piar). Sí, las consideramos bisílabas, ¿por qué? porque las partimos de la siguiente manera:: cri-e, fi-e, pi-e. Pero no os engañéis, son monosílabas.
¿ALGUNA VEZ SE HAN TILDADO ESTOS VERBOS?
Hasta 1959, la norma señalaba que la tilde en las palabras monosílabas en verbos como vio, dio, fue y fui debía ponerse. No obstante, a partir de ese año se consideró que tenían que seguir la regla general y se dejaron de poner, pero ya se sabe que los cambios tardan en establecerse.
Por otra parte, la Ortografía académica de 1999 decía que debía considerar diptongo cualquier combinación formada por vocal cerrada y vocal abierta, o viceversa. Pero el dato curioso era que dejaban la elección al escritor de poner tilde o no, según se percibiera su fonética (lo que ocurrió con guion). Más adelante, en la edición de 2010, se suprime esta opción y se obliga a no poner la tilde en ningún caso.
CONCLUSIÓN
No os asustéis si os encontráis la tilde en las palabras monosílabas, en concreto en los pretéritos de estos verbos, sobre todo en las grandes editoriales. Esto puede ser por tres motivos, o porque es una edición antigua, anterior a 1959, porque la decisión editorial es inamovible y prefiere tildarlas o porque se le ha escapado al corrector. Sea como fuere, yo siempre lo corrijo según dictan las normas de la Real Academia, es decir, sin tilde. Cuanto más limpio quede el texto, mejor.
Fuentes:
-VV. AA. (2019), Las 100 dudas más frecuentes del español, Barcelona: Instituto Cervantes, Espasa.