SOBRE MÍ
La corrección no es un trabajo sencillo de cara a la galería (ni a las galeradas) ni aparecemos en las páginas de créditos de los libros. Es una profesión invisible y con muchas incógnitas por parte de la gente que no conoce nuestra labor: ¿cómo localizo a un corrector?, ¿en qué consiste su trabajo?, ¿dónde se aprende a corregir? Ser correctora significa algo más que corregir gramática y ortografía. Para mí, es la expresión del gusto por la lengua. Cada texto que corrijo conforma un sendero hacia las esquinas sinuosas del lenguaje, tan misterioso como bello. No arañaré el cristal con mis uñas cuando vea *detrás mía ni pondré los ojos en blanco cuando acentúes el pronombre personal ti. Tranquilidad. Pero sí te mostraré que hay otras maneras de escribir y pulir el lenguaje para que estés conforme con el resultado. El ojo se va entrenando en nuestra profesión, pero el escritor no se salva de este aprendizaje.